Los Seguros de prestación de servicios son aquellos que ofrecen al asegurado la prestación de un servicio en caso de que suceda las contingencias contempladas en el contrato de seguro.
Los seguros más habituales de prestación de servicios son los seguros de defensa jurídica, asistencia en viaje y seguro de decesos.
Seguros de asistencia en viaje
En los seguros de asistencia en viaje el contrato de seguro contempla la posibilidad de cubrir una serie de contingencias durante y la estancia de un viaje.
Las coberturas más habituales son la asistencia sanitaria, pago de los gastos de un acompañante en caso de hospitalización o enfermedad, regreso anticipado por diversas causas, indemnización por pérdida de equipajes o incluso la cancelación de viajes no iniciados. Suelen incluir también la repatriación en caso de fallecimiento durante el viaje.
Son muy diversas las coberturas y habrá que analizar en cada viaje y con cada cliente qué coberturas son las más apropiados y necesarias. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo asegurar un viaje a una estación de esquí que un viaje de estudios de un universitario durante seis meses a un otro País; las necesidades de cobertura pueden ser distintas de acuerdo al motivo del viaje, País de destino o duración del mismo, o incluso el medio de transporte utilizado.
Seguros de decesos
Los seguros de decesos tienen como finalidad prestar servicio de sepelio ante el fallecimiento del asegurado. Están incluidos de forma habitual los servicios de tanatorio, el féretro, las flores, el entierro o incineración, coche fúnebre y esquelas.
Cada póilza conlleva un capital asegurado para cubrir todos estos servicios, no siendo hacer uso de todos los contemplados en la póliza, ya que en caso de ser los gastos menores que el capital asegurado se produce un reintegro del montante sobrante a los herederos o beneficiarios.
También se ocupan de los trámites administrativos relacionados con la defunción y la gestión del entierro.
Seguros de defensa jurídica
Cubren tienen por objeto cubrir los gastos derivados de litigios y reclamaciones judiciales.
En ningún caso cubren las multas, sanciones administrativas o jurisdiccionales que hayan impuesto al asegurado.
La cobertura es la puesta a disposición del asegurado, en caso de litigio o reclamación judicial de un abogado y procurador para el ejercicio de una adecuada defensa de sus intereses.
También suelen contemplar estas pólizas la posibilidad de libre elección de abogado y procurador para el ejercicio de la defensa del asegurado, con un capital determinado en el contrato de seguro para hacer frente a los honorarios devengados por los profesionales elegidos.